Razonamiento acerca del derecho internacional y porqué desaparecer la guerra contra las drogas

 

  • Los crímenes contra la humanidad no son cometidos por mercados de ninguna índole. Los crímenes contra la humanidad son cometidos por gobiernos e instituciones “castrenses”. Ellos no tienen el temor en ningún modo de aceptar esta responsabilidad, porque tomar esta responsabilidad, como posibilidad, es para lo que están formadas. No digo para perpetrarlas, sino incluso para evitarlas.

  • El Síndrome de la Havana es un crimen contra la humanidad, porque involucra un crimen de masas tanto desde el ámbito del PTSD y la esquizofrenia, como crímenes contra la mujer tanto aristocrática como derechista así como la izquierdista o demás, tanto la mujer, el indígena o etnias específicas, tanto empresarias y derechistas, como pobres.

  • Por lo tanto, no hay contradicción alguna en mencionar el Síndrome de la Habana como crimen contra la humanidad, y la absolución de otros crímenes cuyas pruebas provengan del Síndrome de la Habana, ya que no tienen relación alguna ni siquiera como crímenes tipificados. SI esto fuera así, desde los sustitutos farmacéuticos de sustancias como el MDMA, hasta la venta de armas para la defensa misma de las naciones, sería tipificada de ese modo. La única excepción aquí siguen siendo los narcóticos, los cuales deberían dejar de tener esa excepción a su alrededor, legalizar sus actividades, y así detener las formas en que estos sectores son usados como chivos expiatorios, son ultrajados, y encima de esto, culpados por llevar a cabo, actos de los cuales no tienen responsabilidad, sino que son comprados.

  • El precedente para el monopolio de la violencia es el estado y las instituciones “castrenses”. La soberanía proviene del contrato social, y el soberano es el estado. Es el estado y sus instituciones las únicas que tan siquiera deberían ser llamadas a atención alrededor de crímenes masivos y crímenes contra la humanidad.

  • En el caso del Síndrome de la Habana, es por esa razón que se llama a la acusación contra instituciones de seguridad, militares y de inteligencia, verdaderas perpetradoras de este fenómeno, pero no para su desaparición, sino para que se rectifique este gran error histórico. 

  • El dinero del narcotráfico, no alimenta los crímenes de masas de estados, gobiernos y militares, sino que es al revés: es el estado, las instituciones gubernamentales y “castrenses”, las que compran los crímenes de los sectores catalogados como criminales, con excepción de las farmacéuticas o la producción armamentista. El narcotráfico no tiene relación alguna en el sentido de financiar absolutamente nada, sino al contrario: es el sector que sirve de chivo expiatorio, para las acciones de los estados, gobiernos y sectores “castrenses”. No estoy diciendo políticos, ni empresarios, ni miembros individuales de los ejércitos, estoy diciendo sus instituciones. Por ejemplo: el actual ingreso por concepto de ventas de armas y producción armamentista, del estado de Costa Rica. 

  • En un país que ya cuenta con una patente para la venta y compra de drogas como la marihuana, por ejemplo, es ridículo hablar de financiamiento ilegal. Lo mismo con financiamiento proveniente de países donde es completamente legal el ejercicio de la venta y compra de drogas. Insisto: lo mismo con las farmacéuticas, y la industria armamentista.

  • Ahora, en países donde ni siquiera existe una patente, la existencia misma de otros países, en otros continentes, con la existencia ya anterior y concreta de la legalización de las drogas y el narcotráfico, esto les sirve de antecedente no solamente, sino de la absolución completa de que fondos ligados al narcotráfico signifiquen un crimen, sino que literalmente sientan el precedente no solamente, sino la posibilidad misma, de que sus financiamientos, a través de la inversión multinacional de los gobiernos incluso de bajo ingreso, provengan también de esas actividades ya no ilegales ni criminales ni siquiera oscuras, sino completamente abiertas, estatales, gubernamentales, y castrenses. Por ejemplo: tener inversiones en Estados Unidos o Portugal, o tener inversiones en regiones de otros continentes donde hasta sea costumbre sagrada y un regalo abierto de buena fe el opio o la heroína, como lo es en Asia, se convierten entonces, en relaciones ya existentes, que prueban la no-ilegalidad de esas conexiones financieras

  • Además de no financiar los gobiernos, los sectores de toda clase mercados, son obligados encima de esto, a pagar ellos para poder sostener el negocio mismo que ya los nutre, y doble o triplemente encima: son los chivos expiatorios para ser apresados ilegalmente, por las actividades mismas en las que se involucra cualquier oligopolio multinacional: https://semanariouniversidad.com/pais/bac-bcr-y-vida-plena-invirtieron-rop-en-acciones-ligadas-a-mineria-armas-militares-y-nucleares/

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