Protestantismo y órdenes mendicantes católicas: sus raíces americanas
El protestantismo nació como una forma ya no de teología de revelación, sino como teología racional (todo converge en San Agustín en el siglo 2, especialmente su Ciudad de Dios que es, para mí, evidentemente, el significado secreto detrás del tríptico del Bosco más de 1000 años después). Nació además por la libertad individual, y por un individualismo. No en el sentido materialista del individualismo, sino en el sentido de promover sociedades que a su vez promovieran el individuo, lo defendieran, y lo ayudaran a satisfacer sus necesidades y derechos. Tal es el origen de las zonas protestantes de Europa, en especial Inglaterra. Del mismo modo, las cuatro ramas principales del protestantismo, buscan ya no una revelación, sino las 'hazañas' o 'hechos' (deeds) como forma de creación práctica, ya no teísta ni antropomórfica ni antropocéntrica, sino incluso secular. El origen del protestantismo está en el ateísmo y el secularismo, sin confundir ambos: el secularismo sigue siendo un concepto religioso, de un prelado no-cenobita pero tampoco en retiro anacorético, que se mezcla con la sociedad que está afuera de las órdenes cenobitas mismas; es decir, que se disgrega a lo largo y ancho de la sociedad con vocación universalista y no sectaria. Esto precisamente por las escisiones y conflictos de la época caballaresca de lo que se conoce como feudalismo o época medieval, que culminaron en la guerra de 100 años, la peste negra, la Inquisición, la guerra santa, y la disolución de casi la totalidad de Europa. El protestantismo entonces nació como tendencia que conducía a Westphalia, no su disolución: la estabilidad conseguida después de Maquiavelo y teóricos del contrato social como Hobbes y Locke terminó por dar con el fin de los conflictos sectarios.
Es el mismo período de transición entre el feudo caballeresco y el absolutismo del cual surgieron las órdenes mendicantes en el catolicismo: representa también el mismo giro desde la vida monástica y cenobita, hacia el secularismo. Su fundación data del período del fin del tercer renacimiento carolingio, a la aparición de las instituciones educativas universitarias en Europa (sin que sean las primeras en el mundo, por cierto, éstas son las madrasas anteriores al siglo IX), es decir, alrededor también del inicio de los antecedentes de la imprenta por vías que llevaban en ciernes al humanismo. La aparición de estas órdenes católicas, en conjunto con la separación luterana y protestante, hablan de la convicción universalista, y en nada sectaria, que surgía en Europa. Pero no solo en Europa. ¿Porqué escribir este texto desde el continente americano? Porque son precisamente estas órdenes mismas, fundadas en tiempos diferentes, y a través de la misma transición entre la época caballeresca y el absolutismo (recordemos que el absolutismo es precoz precisamente en España y Portugal, por ejemplo, no en Europa del Norte), las que enviaron a estas órdenes mendicantes (hablando de las órdenes católicas) o tendencias independientes (hablando de la separación del protestantismo anglosajón) a realizar misiones precisamente seculares y coloniales en función del colonialismo ya entrado el siglo XVI; es decir, en un período posterior al inicio del genocidio amerindio, y como una vía ya no militar (como es la fundación misma de las órdenes mendicantes y como es también la posición fundamental de Lutero y el protestantismo en todas sus cuatro ramificaciones -incluida el calvinismo moravo que será el partícipe de las zonas anglosajonas de las colonias americanas-), sino de contemplación y observancia, es decir, de estudio y enseñanza gregaria (consecuente con el paso del manierismo religioso hacia el barroco), y que llevará a la ilustración española, alemana y portuguesa, encontrando como desarrollo propio de los sectores criollos y españoles, además de mestizos e indígenas mismos, la semilla misma del positivismo latinoamericano, mucho más avanzado que la ilustración europea misma, según nuestro criterio, precisamente por reivindicar ya no solo el secularismo, sino la independencia de los estados coloniales mismos, y su transición hacia el mercado.
Ésta es la raíz del protestantismo y del catolicismo mismo en dicho período y su relación con América. No más que la transición entre el sectarismo caballeresco y pandémico del oscurantismo medieval, no promoviendo dicho caos y oscuridad en esa época brutal y terriblemente trágica de la especie, sino al contrario, la superación y la supervivencia de la especie.
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